Qué horror, me desperté a media noche plenamente consciente de que no importa lo que haga, lo que sufra, lo que goce, el tiempo que pase, las cosas que viva... me voy a morir igual.
La Berni jurándome de guata y casi ofendida que aún no llegábamos a La Serena, cuando ya íbamos camino a Vallenar...
Llegar a la residencial que había elegido a ciegas y encontrar que era una hermosa casa antigua y que la señora no era la vieja guatona que me imaginé cuando hablé con ella por teléfono...
Llegar a Punta de Choros con la cara pintada lista para la guerra porque nos querían cambiar el camping...
Descubrir a las dos horas que los baloncitos de gas no nos iban a alcanzar....
Ver el eclipse lunar en el cielo más limpio y transparente que existe, y con el mar como música de fondo...
Los delfines, los pingüinos, el macho juvenil y el Chango, amor imposible de la Berni!!!
El agua helada helada de Isla Damas, y yo feliz nadando cual sirena, jajaja
Encontrar a la Francisca y al Gaspar perdidos entre la gente de la playa La Poza, y la alegría del reencuentro (hay gente aperrada)
El día siguiente, en que nuestro único afán fue depilarnos las piernas con pinzas a la sombrita, por lo quemadas que estábamos
La conversa de esa noche
Gaspar poniéndome en las situaciones más imposibles, casi en una guerra nuclear, para ver si yo comería en un McDonalds
El Cristóbal obsesionado con los trenes, de ida y de vuelta, por la Ruta 5
El robo involuntario de la carpa para la playa (qué pena...)
Y qué pasa si Susan Boyle… ¿PIERDE?
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Básicamente (y perdóneme el criollismo)… quedaría la cagá. Es que el mundo
entero espera que gane.
Los medios de todas partes reproducen con vehemencia sus...