viernes, 30 de noviembre de 2007

Ya tengo mi tatuaje!!


Necesitaba marcar esta etapa de mi vida, estos nuevos aires. Hace mucho, mucho tiempo que quería un tatuaje, y la figura que elegí no es al azar, ni está ahora en mi cuerpo sólo porque sea bonita.

Cuando tenía 15 o 16 años, me sumergí en el mundo de Tolkien, absorta en el universo de El Señor de Los Anillos. Me acuerdo de haber visto dibujado en La Comunidad del Anillo la marca de Gandalf el Mago, y desde ahí supe que cuando me hiciera un tatuaje, esa era la forma a elegir.

Pasaron los años, y siempre estuvo latente la idea del tatuaje, pero por una razón u otra, nunca me atrevía. Hasta que llegó este momento, y sentí que era una necesidad dejar una huella de todo este trance. Y ahí recordé la figura del viejo sabio, que guió toda la epopeya hasta que el bien triunfó sobre la oscuridad.

Gandalf es el arquetipo del Sabio, presente en todas las mitologías. Él tuvo también su propia lucha, cayó por un abismo luchando contra un monstruo infernal, cruzó la muerte y volvió luminoso, a terminar su rol en la Tierra Media.

Para mí, este tatuaje representa un viaje a la sabiduría, un comienzo al menos. Y un recuerdo indeleble de esta etapa, de los cambios, de la lucha con mi propio monstruo, el temor que paraliza. Es una evolución, la salida de una crisis (mía, causada por mí, superada por mí), y el augurio de que al final, saldré blanca, fuerte y luminosa.

Agradezco a la Pancha, a la Coté y a la Berni por acompañarme y darme el impulso, han sido un gran apoyo y han tenido la paciencia y la dedicación para entenderme, sin conocerme tanto como mis otras amigas. Si el Universo de verdad se confabula, entonces creo que los astros se movieron para que estuvieran en este momento a mi lado.

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Después de leer el comentario de la Coté, me acordé que justo cuando salíamos del local de los tatuajes, sonaban las campanas de la Catedral de Valparaíso, otra más de las señales que me han rodeado en los últimos días... ¿Mi abuelito riéndose de mis locuras?

martes, 27 de noviembre de 2007

Mi amigui!!



Como hoy 27 de noviembre, mi amiga Dani cumple 3 años de aniversario de matrimonio, voy a aprovechar de poner acá mi parte del discurso que le leímos con la Sole. Fue tan emocionante, que inmortalizo las palabras, como un regalo para la mina más bacana y clever que conozco, mi apoyo y compañía...

Anécdota 1

Corría el año 1996. Realizábamos unas benditas encuestas para un conspicuo candidato a alcalde de la zona, aunque se suponía que ninguno de nosotros debía saber quién era el personaje en cuestión. (Igual, a la larga, nosotros ágiles estudiantes de Periodismo, lo habíamos deducido casi desde el principio).

La paga era buena, pero la pega una lata, porque había que buscar personas específicas, por grupo etáreo, y con ese espíritu de participación que aflora en cada chileno, especialmente en épocas pre electorales, usualmente nos íbamos con un portazo en la cara o no pasábamos del portero eléctrico.

Al final, decidimos hacer las encuestas en parejas, por los distintos barrios de Viña del Mar. A la Dani y a mí nos tocaron lugares tan distintos como Miraflores bajo -donde hasta nos tiraron agua con una manguera-, Forestal, El Olivar y Achupallas.

Precisamente, cuando terminábamos nuestra agotadora y exhaustiva jornada en Achupallas, tomamos la micro para bajar de vuelta al plan de Viña. Era una de esas máquinas viejas que se ven en los cerros, típica "rompehuesos" con ruedas que ya se salen y los asientos altos, donde uno queda oculto del chofer.

Poco a poco, los pasajeros se fueron bajando, por lo que nosotras poensábamos que ya estábamos a punto de llegar. De repente, la micro entró a su garita y el chofer empezó a pararse. Cuál no sería su asombro al escuchar unas pequeñas risas de duende entre medio de los asientos.

- ¿Y ustedes? - Preguntó desconcertado.
- Vamos a Viña- Le contestamos.
-Parece que tomaron la micro al revés, nos dijo, mostrándonos a qué lado del camino había que ponerse para bajar a Viña.

Dos pequeñas niñas de no más de 20 centímetros de altura, muertas de la risa y con el orgullo caído, se bajaron de la micro para tomar otra en la dirección correcta.

Anécdota 2

Esta historia es más personal. Era noviembre de 2000, y yo tenía algo más que un nudo en la guata... Tenía casi la certeza de que estaba embarazada, pero aún faltaba confirmarlo con el típico test. Así que fui a la farmacia y lo compré, y llegué a mi casa muy nerviosa, en un momento muy difícil de mi vida familiar. No recuerdo si fui yo quien llamé o la Dani me llamó, la cosa es que cuando le conté, me dijo "voy para allá".

Ella estaba conmigo cuando el dispositivo marcó porfiadamente la cruz de positivo, y fue la primera en saber de la existencia del Cristóbal. Ahí quedó confirmado algo que ya sabía hace tiempo: que ella va a estar siempre en los momentos importantes, heavys, de mi vida, así como estoy yo ahora acompañándola en uno de los pasos más importantes de la suya.

Desde hace casi 10 años, no puedo recordar algo importante, alegre, triste, chistoso o penoso, en que no hayamos estado juntas, y no me imagino situaciones futuras en que no estemos la una en la vida de la otra, comentando, compartiendo, riendo o llorando.

Mientras cuento esto, se me vienen millones de anécdotas a la cabeza, hay tantos momentos que podría detallar ahora para demostrar lo importante que hemos sido la una para la otra... Sólo espero que sigamos siendo siempre "las Danielas", en las duras y en las maduras.

Ahora que estás entrando en el equipo de las casadas, quiero desearte la mejor suerte del mundo, y aprovechar de decirte que me siento orgullosa de la persona que has llegado a ser, en tu vida profesional y personal, y que no creo que, aparte de tu mamá, tu Yaya, tu papá y tus hermanos, haya nadie más feliz por verte hoy día dar este paso tan importante, al lado de un hombre que te ama tanto como Claudio.

Te quiero mucho cucarachita, y está de más decirte que estoy acá para lo que tú quieras, como ha sido desde hace tiempo, y como siempre lo será.


lunes, 26 de noviembre de 2007

Todo está en calma

http://www.youtube.com/watch?v=3GDvPe5NqJQ

Me gusta esta canción de Jorge Drexler. No sé qué tienen los uruguayos, que saben transformar la cotidianeidad en poesía, me pasa lo mismo con Benedetti. "La Edad del Cielo" me hace poner en perspectiva todas las cosas que me están pasando ahora. Me recuerda una frase que leí una vez en un libro de Isabel Allende: "Silencio antes de nacer, silencio después de la muerte. La vida es puro ruido entre dos insondables silencios".

Esta es una etapa nueva de mi vida, se cerró un capítulo y está comenzando otro... Y me muero de miedo, pero a la vez me entusiasma tanto pensar en lo que puede venir. Igual que este blog, estoy frente a una página en blanco, y más que nunca siento que puedo llenarla de la manera que yo quiera.

Me hago cargo de todos mis errores, asumo que tengo millones de defectos, pero dejo atrás la culpa, y eso me tiene al borde de un puente, lista para tirarme afirmada de un elástico grueso y firme, mi familia y mis amigos.

Mi primer acto de libertad fue agarrar mi auto y manejar, recto-recto, hasta que encontré el pedazo de mar, la postal perfecta para mirar, me hice parte del paisaje, rodeada de la brisa, del gusto a sal, de las olas desplegando su abanico de espuma en las rocas, con mi cigarro en la mano. Ese acto me dio la fortaleza necesaria para dar el giro que yo quería, que necesitaba. Esa tarde cambió toda mi visión. Yo sé que las cosas no van a ser fáciles, que incluso me puedo quedar sola para siempre. Pero pienso que el dolor se pasa y las vivencias quedan.

En este corto tiempo ya hice un par de locuras que pensaba que jamás podría concretar. En los días que vienen, quiero dejar una marca física de este momento (ya lo contaré).

Me siento fuerte y poderosa, pero no es sólo obra mía, porque descubrí que tengo y que estoy formando un grupo, principalmente de amigas, aunque también ronda por ahí algún amigo que me escucha y que me entiende sin juzgarme...

Descubrí a mis 30 años (ya no odio tener 30 años) que conversar de lo que me pasa y lo que siento es catártico y terapéutico. Así que, siguiendo en esta modificación de conductas o lo que sea, he decidido que junto al Diario que he llevado desde pequeña (y donde obviamente quedarán las cosas más íntimas), también voy a escribir este blog, para ver si el lector (ja ja, como en las novelas antiguas) se anima y se inspira, o al menos me comenta...