Me gusta esta canción de Jorge Drexler. No sé qué tienen los uruguayos, que saben transformar la cotidianeidad en poesía, me pasa lo mismo con Benedetti. "La Edad del Cielo" me hace poner en perspectiva todas las cosas que me están pasando ahora. Me recuerda una frase que leí una vez en un libro de Isabel Allende: "Silencio antes de nacer, silencio después de la muerte. La vida es puro ruido entre dos insondables silencios".
Esta es una etapa nueva de mi vida, se cerró un capítulo y está comenzando otro... Y me muero de miedo, pero a la vez me entusiasma tanto pensar en lo que puede venir. Igual que este blog, estoy frente a una página en blanco, y más que nunca siento que puedo llenarla de la manera que yo quiera.
Me hago cargo de todos mis errores, asumo que tengo millones de defectos, pero dejo atrás la culpa, y eso me tiene al borde de un puente, lista para tirarme afirmada de un elástico grueso y firme, mi familia y mis amigos.
Mi primer acto de libertad fue agarrar mi auto y manejar, recto-recto, hasta que encontré el pedazo de mar, la postal perfecta para mirar, me hice parte del paisaje, rodeada de la brisa, del gusto a sal, de las olas desplegando su abanico de espuma en las rocas, con mi cigarro en la mano. Ese acto me dio la fortaleza necesaria para dar el giro que yo quería, que necesitaba. Esa tarde cambió toda mi visión. Yo sé que las cosas no van a ser fáciles, que incluso me puedo quedar sola para siempre. Pero pienso que el dolor se pasa y las vivencias quedan.
En este corto tiempo ya hice un par de locuras que pensaba que jamás podría concretar. En los días que vienen, quiero dejar una marca física de este momento (ya lo contaré).
Me siento fuerte y poderosa, pero no es sólo obra mía, porque descubrí que tengo y que estoy formando un grupo, principalmente de amigas, aunque también ronda por ahí algún amigo que me escucha y que me entiende sin juzgarme...
Descubrí a mis 30 años (ya no odio tener 30 años) que conversar de lo que me pasa y lo que siento es catártico y terapéutico. Así que, siguiendo en esta modificación de conductas o lo que sea, he decidido que junto al Diario que he llevado desde pequeña (y donde obviamente quedarán las cosas más íntimas), también voy a escribir este blog, para ver si el lector (ja ja, como en las novelas antiguas) se anima y se inspira, o al menos me comenta...
Esta es una etapa nueva de mi vida, se cerró un capítulo y está comenzando otro... Y me muero de miedo, pero a la vez me entusiasma tanto pensar en lo que puede venir. Igual que este blog, estoy frente a una página en blanco, y más que nunca siento que puedo llenarla de la manera que yo quiera.
Me hago cargo de todos mis errores, asumo que tengo millones de defectos, pero dejo atrás la culpa, y eso me tiene al borde de un puente, lista para tirarme afirmada de un elástico grueso y firme, mi familia y mis amigos.
Mi primer acto de libertad fue agarrar mi auto y manejar, recto-recto, hasta que encontré el pedazo de mar, la postal perfecta para mirar, me hice parte del paisaje, rodeada de la brisa, del gusto a sal, de las olas desplegando su abanico de espuma en las rocas, con mi cigarro en la mano. Ese acto me dio la fortaleza necesaria para dar el giro que yo quería, que necesitaba. Esa tarde cambió toda mi visión. Yo sé que las cosas no van a ser fáciles, que incluso me puedo quedar sola para siempre. Pero pienso que el dolor se pasa y las vivencias quedan.
En este corto tiempo ya hice un par de locuras que pensaba que jamás podría concretar. En los días que vienen, quiero dejar una marca física de este momento (ya lo contaré).
Me siento fuerte y poderosa, pero no es sólo obra mía, porque descubrí que tengo y que estoy formando un grupo, principalmente de amigas, aunque también ronda por ahí algún amigo que me escucha y que me entiende sin juzgarme...
Descubrí a mis 30 años (ya no odio tener 30 años) que conversar de lo que me pasa y lo que siento es catártico y terapéutico. Así que, siguiendo en esta modificación de conductas o lo que sea, he decidido que junto al Diario que he llevado desde pequeña (y donde obviamente quedarán las cosas más íntimas), también voy a escribir este blog, para ver si el lector (ja ja, como en las novelas antiguas) se anima y se inspira, o al menos me comenta...
4 comentarios:
Excelente sorpresa!
Escribir es sin duda una terapia, un gran favor que podemos hacernos. Y por qué no, en público. Sin caer en las mentiras... sin traicionarnos.
Felicidades por el gran desafío. Vencer el temor es cosa de grandes.
Estas vivencias por muy duras que parezcan nos reconfortan enormemente y luego dejan ese gusto que tiene la valentía, ese que a veces las mujeres no valoramos, pero que nos da una especie de poder que nos obliga a pensar que somos capaces de todo.
Las huellas físicas siempre sirven, desde un tatuaje, hasta un corte drástico de pelo, parece ser paso olvidado de cambio de fase.
Un abrazo.
Tomar la decisión y verse de frente sin miedo es el primer y gran paso a tomar cuando los cambios comienzan. Como sea que termine este proceso, ya no serás la misma que al principio, y eso te permitirá ver las cosas de una perspectiva diferentes, y mejor. De esto se trata madurar, de esto se trata crecer y ser adulta, más que de años que pasan sin sobresaltos, se trata de hacerle frente a los años, a la vida. Es la única manera de Vivir, así con mayúscula......aquí estoy siempre para lo que necesites. Sole
Sólo puedo ofrecerte toooodo mi cariño, mi hombro, mi oreja y todo lo que necesites, y todo mi apoyo para esta nueva etapa en tu vida.
Además! Puedo ofrecerte ayuda para que enchules tu blog (de hecho, me creé éste únicamente para jugar, aunque quizás después me baje la insporación y escriba algo). Echale una mirada a esta página, tiene un montón de aplicaciones y chorezas que le puedes poner a tu bló:
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Te quiero... hasta el infinito y máaaaaaaaas alláaaaaaaaa!
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